En este episodio quiero que hablemos de riqueza escondida, de riqueza invisible, de la riqueza que muy pocos llegan a enterarse de que existe. No te lo pierdas, porque es información de impacto.
Hoy vamos a hablar de la riqueza escondida, de la riqueza que ni siquiera te das cuenta de que existe. Quiero que hablemos de riqueza escondida, de riqueza invisible, de la riqueza que muy pocos llegan a enterarse de que existe. Llegan a interesarse, de escarbar para descubrir y después vivir. Y esto es bien, bien poderoso.
Y te lo puedo decir en lo personal y quiero contártelo a través de mi breve historia, en mi primera década y media de yo estar inquieto por poner negocios, por salir adelante, por buscar el ganar más dinero o el no quedarme en la misma rueda corriendo y sentirme como que no había avance y no hacer lo que los demás hacían, porque era obvio que, si hacía lo que los demás hacían, pues me tocaba ver cómo vivían sus vidas.
Y no, no me gustaba como miedo. Lo más interesante es que me fui por una jornada de nada más buscar el dinero, el dinero, el dinero y no, no que tenga algo de malo, sino que no había desarrollo personal, no había desarrollo emocional, no había. Yo recuerdo múltiples veces en el que me decían que leyera, asistir a eventos, webinario, seminarios y lo posponía.
Cuando te va bien, escúchame esto. Cuando yo me acuerdo que ni en mi niñez se puede llamar porque era un chiquillo y digo mi niñez porque tenía 18 años y ganando $4.000, $4.500 al mes. Tú piensas que porque te va bien no necesitas seguir aprendiendo o porque te va bien no necesitas el desarrollo interno. Y no es verdad.
Por eso lo perdí todo en el 2010, sin duda alguna. Pero a donde voy, es esto: la riqueza escondida, invisible, que mayoría de las personas ni siquiera sabemos que existe, es el descubrir, por ejemplo, que tienes felicidad ya puesta en tu interior. Es nada más de una decisión. Tienes toda la abundancia que quieres tener porque hay abundancia de oxígeno. Abundancia por ejemplo de sentir gozo, alegría de planear, de elegir, de decidir. Esa riqueza no la valoramos, esa riqueza ni siquiera nos damos cuenta que no hay costo alguno. No te cuesta. Con esto quiero que sepas que por eso en mi segunda década, la razón que valoro tanto el trabajar, por ejemplo, en desarrollo emocional, es porque entiendo que yo descubrí.
Descubrí, por ejemplo, el que tenía que alinear mis valores, tenía que tener filosofía ganadora, tenía que transformar mi manera de creer, paradigmas y demás. Y lo más interesante es que tenía que tener un autodominio interno de pensamientos, emociones, comportamiento. Y tenía que trabajar bastante en ello. Ahora, eso. Eso no es tan apetecible. Mayoría de la gente es como quiere verse bien a nivel físico, pero ir a hacer ejercicio no es muy apetecible.
Uno puede uno perderlo todo. A nivel físico pueden quitarle a uno todo, pero lo que no te pueden quitar es como tú puedes pensar y como tú puedes sentirte. ¡Qué poderoso! ¿Apoco no? Esa riqueza es invaluable. Porque esa es la riqueza que estoy hablando, que va a permitir una transformación extraordinaria en tu vida. Esa forma, esa riqueza escondida, esa riqueza invisible te transforma. Pero es una riqueza que, si no le das seguimiento, si no la riegas constantemente, si no le das, si no la visitas consistentemente, entonces no va a surgir nada.
Esa riqueza escondida. Compaginaba con conocimiento, con relaciones correctas, con los cursos adecuados, con el aprendizaje. Este ideal amplifica la riqueza en la cual mayoría de la gente conoce riqueza económica. Te voy a decir una cosa la riqueza económica sigue y persigue a la gente de valor.